El espacio, algunos creen que es todo aquello que no es la tierra, otros como la Nasa ya tenían bien claro que se trata de todo un sistema complejo que tal vez el hombre no llegue a comprender a cabalidad en toda su vida. Este escenario vuelve a ser el protagonista en una película que seguro se catapultará como una de las mejores del género de ciencia ficción. No solo por tratar un tema bastante complejo como los Agujeros de Gusano y la Relatividad, de la mano de Kip Thorne (un físico experto en el tema) sino por la forma en que Christopher Nolan vuelve a hacernos reflexionar sobre nuestra condición de humanos a través de un tema que no había abordado aún. Nuestro tiempo en el universo.
Y no es que no estuviera acostumbrada a sus reflexiones de carácter filosófico acerca de nuestro papel en el mundo, ya lo habíamos experimentado antes con la maravillosa saga del Caballero de la Noche, pero volver una historia ficcional algo tan dramático y aterrador en cierto instante, con juegos con el tiempo y el espacio, hace de su forma de contar historias algo digno de recordar.
La historia nos muestra a Joseph Cooper (Matthew McConaughey), un ex ingeniero y piloto de pruebas de la Nasa, quien se nota un poco preocupado y deprimido en el principio por una situación problemática: el inminente final de la Tierra como un lugar habitable para el ser humano. El gran miedo de los ecologistas se ha hecho realidad y la única forma de salvarse es emigrar hasta un nuevo planeta habitable. Cooper, tiene que ver como su planeta se deteriora y degrada incluso socialmente, mientras se hace cargo de su hogar, de sus dos hijos y de su padre, ganándose la vida con la nueva profesión que se le ha sido impuesta, ser granjero.
Hasta aquí todo pinta como el típico escenario apocalíptico en donde creemos y sabemos que todo el mundo morirá si no se hace algo para solucionarlo. Pero llega lo interesante, y todo empieza desde que empezamos a ver la vida diaria de Joseph. Después de una terrible reunión de padres en la escuela de sus hijos vemos cómo la sociedad ha decidido entrar en una especie de oscurantismo irracional para conectar a las personas con las únicas labores que pueden ser productivas al bienestar de toda la raza humana: cuidarse a sí mismos y generar comida. Tal oscurantismo motiva a la hija menor de Joseph, Murphy, a interesarse por la ciencia, no sólo por influencia de su padre que les ha educado a ella y a su hermano para que comprendan lo que está sucediendo en su planeta, sino también por algún “extraño” ser que ha decidido comunicarse con ella para hacerle llegar mensajes con el fin de que cumpla un objetivo específico, (y que a lo largo de la historia descubriremos su intención). La niña decide denominar a este extraño ser como fantasma a lo que el padre, como todo científico le hará reproche. Ambos, en un momento dado deciden identificar el mensaje que ese extraño ser les trata de comunicar y se topan con la organización de la Nasa, o lo que queda de ella.
Aquí sigue la parte complicada donde Nolan empieza a jugar con nuestros corazones y nuestras mentes de humano ordinario. Joseph se da cuenta que un viejo profesor suyo, el doctor Brand (Michael Caine) ha trabajado por varios años en una misión para localizar un agujero de Gusano que ha aparecido misteriosamente y que puede ser la salvación de los humanos al representar la posibilidad de encontrar nuevos territorios habitables, se cree que seres de algún rincón del espacio, pudo darles ese regalo y no se debe desaprovechar, pero necesitan a alguien que sepa pilotar y sea ingeniero, y tenga familia para generar tensión en el espectador, ¿saben a quién me refiero ya?, pues si, ahora Joseph debería decidir si irse y tratar de salvar a su familia de la extinción o simplemente morir dulcemente en la tierra pero como todo veterano, tuvo su orgullo y aunque rompió un lazo familiar fuerte (su hija lo odió una buena fracción de su vida) partió con una tripulación de tres personas, entre ellas la hija del doctor Brand (Anne Hathaway) y dos robots que serían sus asistentes y tomarían la información del lugar.
El juego de la salvación, el tiempo y el espacio empieza en una carrera por salvar a la humanidad y no perderlo todo. Una Odisea en el espacio (que curiosamente se basó en esta misma película) de la cual descubriremos un final impactante y angustioso como toda buena película de Nolan.
Si eres de ese 80% de personas que sabemos que el universo es inmenso pero no entiende un carajo de cómo funciona, tal vez esta película te motive a seguir interesándote por eso que la Nasa se parte en investigaciones para mostrarte. Y aun con 3 horas, si, TRES horas de duración, te aseguro una trama atrapante e impactante. Al menos para mí, y otros cientos de individuos que se levantan de la cama preguntándose quienes son, de dónde vienen y hasta dónde llegarán.
Por: Stefannya Chicangana
@stefannyachicangana
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